miércoles, 22 de enero de 2014

Fan, pero con orden

Aunque tengan el mismo nombre, a nadie se le había ocurrido hacer alfombras para el ratón inspiradas en las reales, en las de pisar y sacudir. Hasta que llegó MouseRug y las vendió a un ojo de la cara. Porque las podría fabricar alguien un poquito más altruista que tienes que dejar el riñón para poder pagarlas.

Pero bueno, si te apetece darte el capricho, puedes comprarte la de Shah Jahan, que mientras construía el Taj Mahal mandaba que le fabricaran alfombras de la leche. O la de William Morris, otro que mientras fundaba el movimiento Arts & Crafts diseñaba alfombras como la siguiente:


 Hay persas, indias, turcas... y de la colección de de Young Museum. Vamos, que tu ratón no se ha visto en otra.

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